Julen Lobete llegó a Vigo hace dos temporadas dentro de la operación que llevó a Brais Méndez a la Real Sociedad. En una de las operaciones más extrañas en los últimos años, que ya es decir, el Celta pagó un millón de euros por un futbolista que no ha llegado a disputar ni un solo partido con el Celta, ni tan siquiera en los amistosos de pretemporada.
De hecho, en sus dos primeros veranos en Vigo no llegó ni tan siquiera a vestir la ropa de entrenamiento para ejercitarse junto al resto de sus compañeros. Nada más aterrizar en Vigo salió cedido al RKC Waalwick, y al siguiente verano acabó cedido en el Andorra, donde a pesar de un rendimiento interesante no pudo evitar el descenso de su equipo a Primera Federación.
Este verano sí se le ha visto por Afouteza, ya que el propio jugador estaba interesado en probarse, pero en el primer amistoso fue descartado, en un claro mensaje por parte del cuerpo técnico, y aunque le quedan por delante dos años más de contrato, es muy posible que se vaya sin poder decir que ha jugado en el Celta.
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