El Celta ha logrado un triunfo importantísimo ante un rival directo por la permanencia gracias a los goles de Santi Mina y Iago Aspas en un partido marcado por las condiciones meteorológicas, con los dos equipos jugando bajo una nevada en la segunda mitad.
De entrada Coudet realizó varios cambios en el once inicial. Dituro ocupó la portería, y en el lateral derecho Coudet prefirió reservar a Hugo Mallo, a pesar de tener el alta médica, ocupando esa plaza Kevin. Galán en el otro costado, y en el eje de la zaga Aidoo y Murillo, quedando finalmente Murillo en el banquillo.
Por delante de ellos otra novedad con la suplencia de Tapia. Fran Beltrán y Denis fueron los titulares en este encuentro. Ahí se acabaron las sorpresas, ya que los hombres de ataque fueron los habituales, con Nolito y Brais por las bandas, mientras que Aspas y Mina ejercieron en punta.
Empezó el partido bastante igualado, con llegadas en ambas áreas, en muchos casos por imprecisiones defensivas, pero fue el Celta el primero en dar en una acción en la que la fortuna sonrió a los célticos. Kevin puso un balón a Mina en el área, y el remate del vigués sorprendió a Pacheco tras el rebote de un defensa. El balón entró por muy poco, pero González Fuertes vio gol, confirmado en la sala VOR
El Alavés se repuso bien tras el gol, y siguió llegando en varias acciones, a pies de Pere Pons, que obligaron a intervenir a Dituro, que en el minuto 20 no estuvo fino, permitiendo que Joselu le robase la cartera en un balón dividido en el área céltica. El de Silleda ponía el empate en el marcador.
Tras el gol fue creciendo el Celta poco a poco, dominando el partido, aunque sin poder concretarlo en ocasiones claras. La mejor de este tramo fue una peligrosa cesión de Laguardia a su guardameta que casi acaba introduciéndose en la portería alavesista. También Santi Mina tuvo en sus botas el 1-2 tras un gran pase de Aspas, pero su remate salió por encima del larguero. Antes de finalizar la primera mitad, Beltrán también puso a prueba a Pacheco con un disparo lejano.
Tras el descanso, Coudet introdujo un cambio dando entrada a Cervi en lugar de Nolito. La segunda parte arrancó con un panorama muy diferente al de la primera mitad, con el Deportivo Alavés mucho más metido en el partido. Loum envió un cabezazo al palo en el minuto 53.
A renglón seguido volvió a mover el banquillo Coudet, dando entrada a Tapia y Solari en lugar de Denis y Brais. Con los cambios mejoró el Celta, que anotó el 1-2 en el 64, aunque Aspas estaba claramente en posición de fuera de juego.
Con la nieve cayendo con mucha fuerza, el equipo vigués se sentía más cómodo que nunca en el partido, y fruto de esta mejoría llegó la jugada clave cuando un centro de Javi Galán acabó en penalti al golpear en las manos a Martin Arriguegabíria. Aspas transformó la pena máxima en dos tiempos, tras fallar el disparo inicial y cazar el rechace.
Tras el gol pudo dejar el partido sentenciado el Celta con dos buenos centros de Solari desde la banda que no encontraron acierto en los remates de Aspas y Galhardo. Al no rematar el encuentro, le tocó sufrir al Celta en los últimos minutos. Coudet introdujo a Murillo, retiró a Aspas, y el equipo se echó ligeramente atrás. Los excélticos Guidetti y Joselu tuvieron en sus botas el empate, pero el marcador no se movería, dejando al Celta con un importante botín de tres puntos en un estadio siempre complicado. Victoria de oro que permiten al Celta empezar a respirar en la clasificación, y que recordaba al ya lejano triunfo logrado en la Temporada 2004-05 con un hattrick de Jandro en el mismo escenario y con algo más de nieve.
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