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| Foto: LFP |
El Celta hizo un importante esfuerzo en el verano de 2019 para traer a varios canteranos que habían salido de Vigo por diversos motivos. Uno de ellos fue Santi Mina, incluido en la operación que llevaría a Maxi Gómez al Valencia. El fichaje del vigués, aunque no se cuantificó oficialmente, está cerca de los 15 millones de euros.
Su experiencia en el Valencia y el coste de la operación exigían un rendimiento goleador que hasta la fecha no había dado el canterano celeste. En su primera temporada firmó 6 dianas en 34 partidos de Liga, un balance bastante pobre, e inferior a lo ofrecido en su última campaña con el equipo antes de irse a Valencia, cuando anotó 7 goles.
Esta temporada también le ha costado, de hecho hasta la semana pasada tan solo acumulaba 2 goles en 18 partidos, pero esta ha sido la semana fantástica del delantero, firmando tres goles en dos partidos, que además han significado puntos para el Celta. Su tanto ante el Atlético de Madrid abrió el marcador en el Metropolitano, algo que también volvió a hacer ayer, redondeando además la victoria con el 3-1, que cerraba definitivamente el partido.
La llegada de Facundo Ferreyra le ha sentado bien a Mina, que se ha mostrado muy acertado desde la llegada del argentino. Coudet siempre lo ha valorado, de hecho en su momento lamentó su ausencia por lesión. Ahora obtiene el premio a su confianza, que le vendrá muy bien al Celta para afrontar lo que queda de temporada con las mayores garantías.
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