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| Foto: Octavio Passos/Getty Images |
El Cádiz será el próximo rival del Celta en La Liga. Un equipo que está sorprendiendo a propios y extraños por su rendimiento en la máxima categoría, a la que regresó el pasado verano tras 14 años de ausencia. El combinado de Álvaro Cervera se está mostrando como un equipo rocoso, que sabe perfectamente lo que debe hacer y que se convertirá en una dura prueba para el nuevo esquema del Celta con Eduardo Coudet.
Las credenciales del equipo amarillo son claras. Llegará a Vigo después de derrotar al Barcelona en el Carranza (2-1), confirmando que se le dan muy bien los grandes, ya que hace unas semanas derrotó al Real Madrid en Valdebebas.
Su estilo es el típico que se le suele atascar al Celta. Un equipo que sabe defender, que entrega la posesión al rival, pero no renuncia a crear peligro. Ayer sumó el 18% de la posesión ante el Barcelona, y fue suficiente para llevarse los tres puntos. Ahí es donde tendrá que centrar sus esfuerzos Coudet durante estos días. Debe preparar un partido en el que sabe que tendrá la posesión, pero ésta debe ser más efectiva que la del Barcelona.
En el encuentro ante el Granada vimos media hora eléctrica de los celestes, combinando al primer toque y llegando por oleadas ante un equipo que también se defiende muy bien sin balón. Esa será la línea a seguir para derribar la muralla gaditana. Todo un reto para el Celta que está ante la oportunidad de sumar la tercera victoria consecutiva, algo que no sucede desde enero de 2018.
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