Decía Fernando Vázquez en la rueda de prensa previa al derbi ante el Celta B, que los aficionados del Celta que se mofaran de la situación que se dará mañana en Riazor obraban mal, y advertía: “Arrieros somos y en el camino nos encontraremos”. Lo hacía con ojos vidriosos y una profunda pena por la reprobable actitud de los aficionados celestes que osen burlarse de su eterno rival cuando se enfrenta a su filial.
Una situación que no es nueva para ambas aficiones, pero que no se da desde hace más de cuatro décadas, cuando el Gran Peña era filial del Celta, aunque no formaba parte de la estructura del club.
Entiendo que Fernando Vázquez da por hecho que la afición del Deportivo no haría burla en caso de que fuese el Celta quien se enfrentase al Deportivo B. Tendría que ser en Tercera División, eso sí. La hemeroteca, siempre tan caprichosa y oportuna, nos recuerda que harían lo mismo que el celtismo. Quizás con más odio, pero eso ya es una opinión personal.
Francamente no sé que esperaba el bueno de Fernando Vázquez. Bastante respeto está teniendo la afición celeste en este momento, pero son inevitables las chanzas del celtismo al deportivismo durante estos días, como lo serían si fuese al revés. Y nadie debe ofenderse. Evidentemente hoy estamos arriba, y mañana podremos estar abajo. El fútbol es así, siempre lo fue y siempre lo será, como supongo que esos que deseaban ver a su filial jugando contra el Celta se imaginaban que igual algún día se podrían encontrar en el camino con el Celta B. Mañana es ese día.
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