El Celta blinda su portería


Foto: LOF
El Celta ha solucionado la sangría defensiva que le ha lastrado durante los últimos años, y lo ha hecho de forma radical. Desde la llegada de Óscar García al banquillo celeste se observa una mejoría en defensa, que se ha hecho patente en los tres últimos partidos, que el Celta ha conseguido cerrar sin encajar un solo gol. 

Una mejoría que sirve para entender también el impulso que ha tomado el equipo en la clasificación, saliendo de puestos de descenso, y acumulando 4 partidos sin ganar. Falta, para que todo sea perfecto, recuperar la alegría ofensiva. El equipo no ha marcado tampoco en sus dos últimos compromisos, y tan solo marcó un gol ante el Leganés, aunque sirvió para lograr los tres puntos. 

En estos partidos el Celta ha recibido ocasiones de gol, pero ha sabido solventarlas, bien con la intervención de Rubén Blanco, bien con fortuna o por fallos de los rivales. Ayer Jaime Mata tuvo una bastante clara, pero su cabezazo salió demasiado picado. Ante el Granada fueron los palos los que salvaron al equipo, pero en general la mejoría no depende de estos factores, sino de la solvencia defensiva que ha alcanzado el equipo. 

Los centros laterales, pesadilla para el equipo durante los últimos años, son ahora mucho menos preocupantes ya que el equipo es mucho más firme en el juego aéreo. Es indudable que la llegada de Jeison Murillo ha ayudado de forma decisiva, pero también sus compañeros de zaga han dando un paso adelante. 

Los equipos se construyen de atrás hacia adelante. Eso es lo que sostienen las teorías más conservadoras. No es seguramente lo más atractivo para el espectador, pero cuando el único objetivo es la permanencia, puede ser un buen paso para alcanzar la meta. Nada es garantía, pero ser firme en defensa, sin perder la inspiración ofensiva debería ser la receta mágica para tener un final de temporada más o menos tranquilo. 

0 comentarios:

Publicar un comentario