La marcha de Roncaglia deja al Celta sin ningún futbolista argentino en sus filas, una situación que no se daba desde hace 8 temporadas, siendo la última la 2011-12, cuando el Celta logró el ascenso a Primera. E incluso puede considerarse una verdad a medias, ya que aquella temporada, aunque no tenía ningún argentino en el primer equipo, sí contó con la presencia de Matías Dituro en alguna convocatoria.
El caso es que desde la llegada a Primera División fue habitual contar con un buen número de futbolistas argentinos en el club. En el verano de 2012 llegaron Augusto Fernández y Gustavo Cabral, y después seguirían apareciendo futbolistas de este país como Larrivey, Tucu Hernández, Lucas Boyé o el propio Roncaglia. Una amplia representación del país que más jugadores ha dado al Celta junto con Brasil.
Curiosamente ninguno de estos dos países está representado en la actual plantilla del Celta, una situación bastante anómala en los últimos 40 años de historia del club celeste.
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