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| Foto: Óscar Vázquez/La Voz de Galicia |
Todos sabemos que los mercados de fichajes suelen ser locos, y que las noticias acostumbran a ser contradictorias, incoherentes en algunos casos y seguramente hasta irreales. Pero lo que estamos viviendo con el caso Maxi Gómez supera todo lo que hemos visto hasta ahora.
Porque las informaciones que llegan desde Valencia o desde Inglaterra son incesantes, y nada tienen que ver unas con otras. Este domingo ha vuelto a ser un ejemplo de este vaivén de informaciones que no permiten conocer cuál es la verdadera situación en la que se encuentra su pase al Valencia o al West Ham. Que uno ya no sabe qué pensar.
Desde Valencia se anunció por la mañana que el jugador había comunicado al West Ham que jugaría en Mestalla, renunciando así a la jugosa oferta económica de los londinenses, pero la prensa británica insiste, y a lo largo de esta tarde publicó que el West Ham ha pagado o va a pagar la cláusula de rescisión: 50 millones de euros.
Entre medias, nuevamente desde Valencia, en este caso la Cadena SER publica que el club ché ha dado un ultimátum de 24 horas al jugador para que decida si quiere jugar en el Valencia. De no ser así, retirará la oferta y buscará alternativas para la delantera.
Todo cogido por pinzas, porque son tan distintas las informaciones que llegan que no es posible que todas estén en lo cierto. Así pues hay que tratar de separar el grano de la paja y quedarse con lo sustancial. Que no es mucho en este caso.
Y mientras tanto Maxi publicando fotos en las redes sociales mientras pesca, monta a caballo o está de acampada.
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