Actúen como adultos

Foto: Atlántico Diario

Carlos Mouriño y Abel Caballero han firmado esta semana su enésima confrontación a causa del estadio de Balaídos. Los dos dirigentes, con más de 70 años en ambos casos, siguen actuando como infantes con una absurda guerra en la que ninguno de los dos ganará nada, representando, en un caso al mismisímo Concello de la ciudad, y en el otro a la entidad más importante de Vigo, y probablemente de Galicia. 

No estaría de más un poco de responsabilidad por ambas partes. En el caso de Abel Caballero, la obra de Balaídos está siendo un problema para él, en gran medida porque se está convirtiendo en una especie de chapuza. La idea es buena, pero la ejecución está siendo mejorable. Entendemos que se está haciendo con dinero público, y es meritorio, pero lo cierto es que se está fallando en cosas básicas. 

El episodio de las butacas es lamentable. El problema llega porque se hace una planificación horrible, comprando unas butacas que no son las adecuadas para una grada reformada como Río. Ya los aficionados de Río Alto se quejaban por el espacio. Los de Río directamente no caben en la mayoría de los casos. Caballero salió en todos los medios culpando a la empresa instaladora por deficiencias a la hora de colocar las butacas, y aseguró que tan solo son 368, mientras que el club asegura que son más de 1.700 las sillas afectadas. 

La actitud del Celta no es mejor. Las butacas están colocadas desde hace un mes aproximadamente. Nada se ha dicho de forma pública hasta entonces. Esta semana se convocó de forma urgente a representantes de las peñas para mostrarle la situación. Estos subieron a las redes sociales las fotografías del bochorno, y una vez que las redes estaban calentitas el club emitió un comunicado. 

No se entiende su silencio durante estas semanas, si no es para ganar otra batalla en la absurda guerra que mantiene con el Concello. Su actitud no ha ayudado en nada a la afición, que seguramente comenzará la temporada sin una solución, porque Abel Caballero prometió que la próxima semana comenzarían los trabajos, pero ya sabemos como funcionan los plazos para el regidor vigués. 

En toda esta disputa, ambas instituciones han actuado mal, con actitudes pueriles que perjudican a los abonados del Celta y a los ciudadanos vigueses, que en muchos casos coinciden, y empiezan a estar hartos de sus actitudes.