Gabriel Fernández sigue negociando con la familia de la joven a la que atropelló el pasado mes de diciembre, con la intención de evitar la vía penal y poder viajar a Vigo el 6 de julio para pasar el reconocimiento médico e incorporarse a la pretemporada de club el día 8 junto al resto de sus nuevos compañeros.
De todos modos la situación no es nada sencilla. La familia de Romina pedía 1,4 millones de dólares, y la primera oferta de los abogados del “Toro” fue de 120.000 dólares, que han aumentado hasta los 600.000 en varios plazos, mientras que la familia ha rebajado sus pretensiones hasta los 900.000.
Juan Fernández, el padre de la joven, habló sobre las negociaciones: “Estamos lejos de un acuerdo, de la otra parte se contactaron dos contratistas que dialogaron con nosotros acerca de lo que se pedía. Estos dos representantes de futbolistas intentaron acercar las partes pero hasta el momento quedó todo igual. Ellos nos plantearon una financiación que nos de garantías”, explicó.
Pero más allá del aspecto económico, que es importante por el tratamiento que puede recibir, el padre de Romina está dolido con la actitud del nuevo delantero del Celta: “Nuestra hija era una chica sana, saludable y hoy está en una cama, usando pañales y alimentándose mediante una vía conectada al esófago. Él nunca se acercó, actuó con mucha irresponsabilidad y mucha inconsciencia, y nunca dio la cara. Hoy tenemos a nuestra hija postrada en una cama y nunca se aceró ni para mirarnos a los ojos”, lamentó Juan Fernández.
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