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| Foto: EFE |
Lucas Olaza llegó este mes de enero a Vigo con una maleta cargada de ilusiones. La ciudad no era nueva para él, ya que jugó en el filial celeste hace tres temporadas. La dirección deportiva debía conocer bien al jugador por los informes elaborados durante ese tiempo. Desde Argentina hablaban maravillas de un futbolista que llegó a ser titular con Boca Juniors en una final de la Copa Libertadores, la que se disputó recientemente en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid.
Pero el caso es que casi dos meses después de su regreso al Celta aún no lo hemos visto jugar, y de hecho no ha entrado en ninguna convocatoria. Todo eso con el añadido de que se trata de un jugador que compite por la titularidad con David Juncà, uno de los jugadores más criticados por la afición. Pero ni eso le ha servido, por el momento, para ser titular o al menos entrar en una lista de convocados.
El próximo encuentro del Celta es ante el Villarreal, un choque decisivo en el que no podrá contar con David Juncà, lesionado el pasado sábado en el mismo estadio en el que Olaza jugó una final de la Libertadores. Es decir, es el ahora o nunca para el lateral uruguayo. Si esta vez tampoco entra, estará muy claro que no cuenta para Escribá, como no lo hizo para Cardoso, y que algo pasa con un futbolista llamado a mejorar a la plantilla cuando fue fichado.
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