El salto pendiente de Rubén Blanco


Foto: José Antonio Sáez
Rubén Blanco sigue pendiente de dar el salto que todos vienen vaticinando desde hace casi seis años. El canterano es la gran promesa de la cantera para la portería, pero los años pasan y sigue sin consolidarse en la portería celeste. Y eso que su participación con el primer equipo viene desde la etapa del Celta en Segunda, cuando una lesión de Yoel le permitió estar en el banquillo en varios partidos. 

En aquella ocasión no llegó a debutar. Lo haría una temporada después, en el trascendental partido ante el Real Valladolid en la capital castellana, en la que el celtismo recuperó la ilusión y la esperanza en una permanencia que sería agónica y milagrosa, con el de Mos como uno de los grandes héroes gracias a su actuación frente al Espanyol en la última jornada. 

Por entonces nadie ponía en duda que el futuro de la portería pasaba por él, y cuando Yoel fue traspasado al Valencia un año después parecía que su momento ya había llegado. De eso han pasado más de cuatro años y tras muchas lesiones de por medio, y actuaciones irregulares, sigue siendo el guardameta suplente y no parece capaz, al menos a corto plazo, de desahuciar a Sergio de la portería. 

Su gran oportunidad llegó el año pasado, cuando Juan Carlos Unzué le dio una serie importante de partidos como titular. Sus actuaciones no acababan de convencer, pero lo lógico parecía darle continuidad a la espera de que mejorase. Sin embargo, una nueva lesión lo sacó de la titularidad, y Sergio se aferró a ella a base de buenas actuaciones. 

Este verano, con un entrenador nuevo, volvió a lesionarse en la pretemporada. Y aunque se recuperó pronto, Antonio Mohamed ya había decidido que Sergio sería el titular. El de Catoira está completando una buena campaña, así que las opciones para Rubén pasan, nuevamente, por esperar su oportunidad y hacerse acreedor de más minutos. Mientras tanto, el salto de Rubén sigue pendiente. Algún día llegará.

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