Sergio vuelve a ganar el debate de la portería


Foto: LFP
A Sergio Álvarez lo vienen enterrando prácticamente desde que es futbolista. Desde los tiempos de Yoel en el Celta B, cuando tuvo que ser cedido al Racing de Ferrol para tener minutos, pocos daban un duro por el meta de Catoira, pero una década después sigue formando parte de la primera plantilla del Celta y ya acumula 173 partidos con la casaca celeste. 

No fue Yoel capaz de tumbarlo. Cuando Paco Herrera tuvo que decidir tras el ascenso, decidió enviar a Yoel al Lugo y quedarse con Sergio como segundo guardameta de Javi Varas. Después de que el meta de Coia fuese traspasado al Valencia subió al primer equipo Rubén Blanco, llamado a ser el meta titular del equipo durante los siguientes años. 

Han pasado desde entonces más de cuatro años, y aún no ha conseguido superar a Sergio. Berizzo los alternó durante varias fases de su segunda temporada, pero en la tercera ya acabó siendo titular Sergio, y destacando por cierto en la Europa League, siendo elegido mejor guardameta de esta competición. 

Tras la llegada de Juan Carlos Unzué parecía que su tiempo también se acababa. El preparador navarro decidió apostar por Rubén Blanco y le dio casi una vuelta de titularidad. Además la negociación para la renovación de Sergio se estancó, y parecía que ese sería su último año. Nada más lejos de la realidad. Llegó a un acuerdo con el club, y aprovechó la enésima lesión de Rubén para hacerse con la titularidad. Después sus actuaciones le permitieron mantener su status ya con su compañero recuperado. 

Y así una y mil veces más. Este año una nueva lesión de Rubén le impidió realizar la pretemporada junto a sus compañeros, y tras su recuperación Mohamed sigue apostando por Sergio, porque su juego invita a ello. El eterno renacido ha vuelto a hacerlo. Y lo hará las veces que sea necesario. 

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