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| Foto: José Miguel Fernández Veloso |
Sergio ha cerrado todos los debates en la portería del Celta gracias a sus actuaciones. El meta de Catoira le ha ganado la partida a Rubén Blanco, algo que ha ratificado ayer el propio Mohamed en sala de prensa: “A Sergio lo veo muy bien, así que por el momento no veo posibilidades de cambio. Esto es muy largo, puede haber cambios en el futuro, pero por ahora no veo motivos”, aclaró el preparador argentino.
El meta de Catoira nunca lo ha tenido fácil. Desde sus tiempos en el filial, siempre era el “patito feo” de la portería. Yoel primero, y posteriormente Rubén Blanco, contaban con el favor del club, que los veía como los guardametas de futuro, pero Sergio logró imponerse casi siempre en algún momento. Y no era fácil, porque además ha sabido crecer como guardameta, añadir nuevas virtudes a su repertorio, y tratar de ir puliendo sus defectos.
Puede que no sea un guardameta de nivel extraordinario, pero ha sabido cumplir cuando se le ha requerido, se ganó por derecho propio ser considerado el mejor guardameta de la Europa League hace dos temporadas, con actuaciones portentosas, como aquella ante el Shakhtar que permitió al Celta llegar vivo a ese último minuto en el que logró empatar la eliminatoria gracias a un penalti cometido sobre Guidetti y transformado por Iago Aspas. También ha tenido actuaciones menos destacadas, pero por lo que ha mostrado durante estos años seguramente ha hecho más méritos que Rubén Blanco para ser titular. Y este es el premio.
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