En el mercado de invierno de la Temporada 2007-08, con el Celta en Segunda y soñando todavía con el ascenso, el Barcelona fichó a José Manuel Pinto. El meta del puerto de Santa María era suplente, pero su ausencia debía ser cubierta, para lo que el Celta contrató a Luis García, un guardameta que llegaba procedente del Getafe, con quien había jugado 3 partidos en el último año y medio. En este equipo encajó uno de los tantos más bellos de la historia, anotado por Messi en un partido de Copa.
El paso de Luis García por el Celta fue breve, ya que se iría al final de la temporada, y es probable que muchos de los que nos leen ya lo hayan olvidado. No llegó a debutar en partido oficial, pero tuvo su minuto de gloria en la final de la Copa Galicia, deteniendo una pena máxima en la tanda de penaltis que le daba el título al Celta en detrimento del Deportivo.
Fue su momento más destacado, ya que no volvería a jugar y se iría con el mismo silencio con el que llegó. Tras jugar en el Celta, fichó por el Tenerife, con quien lograría un ascenso a Primera En la Temporada 2008-09. En las islas también viviría dos descensos consecutivos desde la máxima categoría hasta la Segunda B. Después jugó en el Huesca, donde estuvo dos temporadas, antes de colgar las botas en el Rayo Majadahonda de Tercera División en el año 2014.
Tras dejar el fútbol en activo, ha seguido muy relacionado con este deporte. Desde hace un par de temporadas es el entrenador de porteros del Rayo Majadahonda, que hace unos meses logró el ascenso a Segunda División por primera vez en su historia. Antes había ocupado el mismo puesto en el Alcorcón.
0 comentarios:
Publicar un comentario