Hace varios años, todo el mundo apuntaba el nombre de Yelko Pino a la hora de hablar de las grandes promesas de la cantera del Celta. Desgraciadamente, el chico no estuvo bien asesorado, o tomó decisiones incorrectas que han llevado su carrera por unos derroteros muy diferentes de los que anunciaba inicialmente.
Esta semana se ha conocido la rescisión de su contrato con el Lugo, para que pudiese fichar por el Atlético Baleares, un equipo que lleva varios años intentando acercarse al ascenso a Segunda División. Yelko también busca asentarse en un equipo, ya que por el momento no ha conseguido echar raíces en ningún sitio.
A su llegada a Palma de Mallorca, el futbolista reconoció los errores del pasado: “Patrick Messow se puso en contacto conmigo, y desde el primer momento me sentí atraído por este club, es ambicioso el proyecto y con ganas de crecer. Necesito cierta continuidad, en otros clubs quizás no hice todo como debería, pero estoy muy ilusionado con este equipo y que sea una gran temporada”, comentó.
En el Celta cometió varios errores, principalmente aferrarse a un contrato en virtud de una cláusula que acabó significando su adiós como jugador del Celta. El problema es que su rendimiento deportivo tras salir del club en el que se formó no fue tampoco espectacular. Jugó en el Lugo, y posteriormente en la Cultural, de la que salió muy mal tras un vídeo filtrado por un compañero en el que insulta a su club, y posteriormente jugó en la Ponferradina, sin demasiada fortuna.
Ahora le llega una nueva oportunidad. Y después de dar tumbos por varios equipos, no se le presentarán muchas más como estas para engancharse al fútbol de élite. El Atlético Baleares es un club importante en Segunda B, y no será sencillo jugar. Si lo consigue, y destaca, tal vez se acerque la versión del futbolista que muchos aseguraban que llegaría a ser. Reconocer errores es lo primero, no volver a cometerlos resulta imprescindible para un futuro mejor.
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