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| Foto: EFE |
El ex jugador del Celta, Borja Iglesias, se sinceró este martes ante los micrófonos de Radio Marca Vigo. El delantero santigués explicó el motivo de su salida del club vigués: "Cuando pasa una pretemporada, pasan dos, y llega la última y veo que hice los méritos para, al menos, jugar los seis primeros meses en el primer equipo... Tenía el poder de decidir lo que quería hacer y por eso decidí salir al Zaragoza. Al volver, no me planteé en ningún momento quedarme en Vigo”, detalló.
A pesar de la más que posible salida de Maxi Gómez, que le podría ofrecer más oportunidades en el Celta, el delantero no cambiaría nada de lo que ha hecho: “No me arrepiento para nada. Es cierto que la situación se da como se da, Maxi saldrá o no, pero mi ciclo en el Celta está cerrado No sé decirte qué pasará en el futuro, pero viendo como se ha dado todo, es muy difícil que yo vuelva a Vigo”, reflexionó.
Además recordó que ya había tomado la decisión de no seguir en el Celta hace tiempo: “La decisión ya estaba tomada de mi parte. Cuando salgo a Zaragoza y veo cómo sucede todo, se me van dando señales de cómo puede solucionarse. Era algo en lo que tampoco me centraba demasiado, pero cuando termina y nos sentamos a hablar dejé muy clara mi idea, que era poco distinta a la suya, y por eso la situación se resuelve relativamente pronto”, aclaró.
Sobre su regreso a Vigo, en la primera jornada de Liga, Borja Iglesias admite que desconoce como se comportará el público: “Puede ser de las dos formas. Siempre lo he dicho y sentido, el celtismo me ha tratado muy por encima de lo que merecía. He sido muy feliz con la afición y estoy muy agradecido por ello. Me considero celtista. Yo iré sin esperarme nada. El que quiera aplaudir que aplauda, y el que quiera silbar, que silbe”, zanja.
Lo que sí quiso dejar claro es que si marca en Balaídos lo celebrará: “Cuando alguien no celebra un gol es una falta de respeto al club que está apostando por ti”, concluyó.
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