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| Foto: Ovaciondigital.com |
Maxi Gómez está disfrutando de unos días de vacaciones tras disputar el Mundial de Rusia, pero no quiere olvidarse de los suyos. El delantero del Celta regresó a su localidad natal, Paysandú, donde agasajó a sus vecinos con un asado para 60 familias del barrio que lo vio crecer.
Según relata el portal Ovación Digital, el internacional urugayo celebró una comida para varias familias del barrio de Mervir, donde vivió durante unos años y donde aún reside gran parte de su familia. Además también les obsequió con camisetas de la selección de Uruguay con el 18 que lució el ariete durante el Campeonato del Mundo.
Un detalle de humanidad y humildad de un futbolista que tiene los pies en la tierra a pesar del enorme cambio que ha experimentado en el último año, en el que pasó de defender los colores del Defensor Sporting, a formar parte de una de las mejores ligas del mundo y participar en su primer Mundial. Está previsto que se incorpore al Celta a finales de este mes para vivir su segunda campaña en el otro equipo celeste de su vida.
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