Cuarto mexicano en la historia del Celta, primero de la era Mouriño


Desde la llegada de Carlos Mouriño al Celta han sonado innumerables futbolistas mexicanos, sin que ninguno se haya concretado. Han tenido que pasar 12 años para que el Celta de Mouriño fiche a un futbolista mexicano, una vieja aspiración del presidente céltico, que conoce al dedillo el fútbol del país en el que vivió durante tantos años y en el que todavía ahora pasa largas temporadas. 

Es Néstor Araujo, un defensa central que procede de Santos Laguna, con quien viene de ganar la Liga MX, el cuarto mexicano en la historia del Celta, si bien los anteriores son poco conocidos o pasaron con más pena que gloria por el Celta. 

El más destacado es Pirelo, que jugó en el Celta antes y después de la guerra civil. Entre 1933 y 1942 disputó 62 partidos oficiales, marcando 8 goles, y fue uno de los jugadores que formaba parte del equipo vigués en su debut en Primera División.  El segundo fue José Luis Borbolla, quien tan solo jugó una temporada en Vigo, la 1946-47, anotando 3 goles en 11 partidos. Antes de jugar en el Celta lo hizo en el Deportivo y en el Real Madrid, igualmente con poco éxito. 

El último de los mexicanos que llegaron al Celta fue Carlos Vela, un futbolista que tendría una dilatada y exitosa trayectoria en el fútbol español, pero no así en el Celta, a donde llegó en el año 2006, justo antes de que se incorporase Carlos Mouriño a la presidencia. Pertenecía al Arsenal, que lo cedió al Celta, pero no pudo inscribirlo al tener el cupo de extracomunitarios cubierto. No llegó a debutar en partido oficial, pero disputó un derbi ante el Deportivo en Balaídos, mostrando muy buenas maneras. Posteriormente jugaría en el Salamanca, Osasuna, Arsenal, West Bromwich y Real Sociedad, donde militó durante siete temporadas. 

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