Sin Aspas no hay paraíso

Foto: Marta G. Brea/Faro de Vigo

Ayer se conoció el alcance de la lesión de Iago Aspas, que se perderá las dos o tres próximas semanas de Liga, con lo que su presencia incluso en lo que resta de competición podría estar comprometida teniendo en cuenta la participación del futbolista en el próximo Mundial de Rusia. 

Es evidente que la posibilidad de alcanzar competiciones europeas es totalmente remota en estos momentos, incluso con el concurso del delantero moañés, pero su lesión da carpetazo definitivo a una temporada que quizá no ha respondido a las expectativas creadas por la afición, aunque no precisamente por culpa de Iago Aspas, que sigue mejorando su rendimiento año a año. 

En este momento la dependencia del jugador en el Celta es altísima. Ya lo era el pasado curso, como se podía ver en los partidos en los que Berizzo decidía rotar, y la aparición del jugador en los últimos minutos sirvió para dar la vuelta a más de un resultado, y también lo hemos podido comprobar este año. La última derrota del Celta en Balaídos llegó ante el Villarreal, el último partido en el que Aspas no pudo jugar. 

Su incidencia en el rendimiento del equipo es muy elevada, así que lo lógico es pensar que se pagará su ausencia. Veremos qué sucede en estas últimas jornadas, pero es evidente que sin Aspas no hay paraíso. Al menos para el Celta, para sus rivales se abre el cielo.