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| Foto: Faro de Vigo |
Iago Aspas no pudo estar sobre el césped de Balaídos como hubiese deseado. Se recupera de una lesión que pone en duda incluso su regreso esta misma temporada, pero desde luego no se quiso perder el partido del Celta. Como cualquier jugador lesionado o sancionado estuvo en el estadio, y lo vivió de una manera muy especial.
Los nervios y la tensión se palpaban en el futbolista que vivió con mucha atención todo lo sucedido en el terreno de juego, protestando las decisiones arbitrales que perjudicaron en exceso al Celta en el día de ayer. Sobre el campo es un futbolista muy intenso, y fuera de él no lo es menos. Desgraciadamente sus compañeros no pudieron brindarle una victoria. Otro día será.
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