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| Foto: Enrique de la Fuente |
Emre Mor regresó ayer al equipo después de su castigo. La recuperación del internacional turco fue una de las mejores noticias en la previa del partido, después de quedarse fuera del equipo en los tres últimos partidos, el primero por fiebre y los dos siguientes por decisión técnica.
Unzué fue muy claro en los anteriores partidos, asegurando que su ausencia se debía a un problema de actitud. Lo que trascendió es que llegó tarde a algunos entrenamientos, por lo que el futbolista pidió perdón al técnico en privado, y posteriormente a toda la afición a través de sus redes sociales.
Esta semana entrenó con normalidad y contó para Unzué, que le dio 20 minutos en la segunda mitad. El turco-danés entró al campo con el equipo perdiendo y sufriendo al sentirse inferior a un buen Leganés. Unzué pretendía dar otro aire al equipo, pero lo cierto es que no lo consiguió. Buscaba desequilibrio pero apenas llegó un par de veces a la línea de fondo sin generar excesivo peligro.
La temporada se acaba y da la sensación de que, por el motivo que sea, Emre Mor no ha dado ni la mitad de lo que esperábamos de él. Tiene varios años de contrato, juventud y talento, para demostrar que el Celta acertó apostando por él e invirtiendo 14 millones de euros en su contratación. Sin duda tiene potencial, pero le falta demostrarlo de forma continuada.
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