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| Foto: La Liga |
Cada vez que se abre el mercado de fichajes el nombre de Jonny gana relevancia. El lateral céltico es una de las piezas más codiciadas del Celta, o al menos su nombre suena con frecuencia en los mentideros del fútbol. Termina contrato el 30 de junio de 2019, y las negociaciones para su renovación llevan atascadas desde hace varios meses, con avances y retrocesos que parecen poner en duda que se alcance un acuerdo. De hecho, desde el club creen que su continuidad es casi imposible porque el futbolista tiene claro que desea probar otras experiencias, algo que ya ha dicho el propio interesado en más de una ocasión.
Todo hace indicar que el próximo verano podrían volver a llegar ofertas y que el Celta, con poco margen de maniobra, podría valorar la posibilidad de traspasarlo para hacer algo de caja con su salida. Sin embargo parece que la posición del Celta seguirá siendo de fuerza, y no negociará por debajo de su cláusula de rescisión, según informa Rafa Valero en las páginas del diario Marca.
El que quiera a Jonny tendrá que pagar 18 millones de euros. Ni un céntimo menos. Desde el club saben que cualquier jugador está en venta, y de hecho han negociado traspasos de otros futbolistas por cantidades inferiores, pero la condición de canterano de Jonny hace que esto no sea posible. La política del club respecto a los canteranos es que solo se irán si alguien deposita su cláusula íntegramente.
En el pasado ya sucedió con otros jugadores como Iago Aspas o Santi Mina, pero también hubo casos en los que no fue así, como es el caso de Pape Cheikh, con una cláusula de rescisión fijada en 30 millones y que abandonó el club vigués por 10 millones más variables, que podrían alcanzar los 15 en caso de cumplir una serie de variables en su nuevo club, el Olympique Lyonnais.
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