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| Foto: Faro de Vigo |
Después de analizar el año de los jugadores de la primera plantilla del Celta, llega el turno de Juan Carlos Unzué, técnico que debuta en Primera División con el equipo vigués, después de varios años de experiencia en Segunda División, donde dirigió en Primera, y como ayudante de Luis Enrique en la máxima categoría.
Fue el segundo del técnico asturiano durante cuatro años, el primero de ellos precisamente en el Celta, así que en Praza de España conocían bien al nuevo inquilino del banquillo, que tiene la difícil misión de hacer olvidar a Eduardo Berizzo, uno de los mejores entrenadores en la historia celeste.
Sus inicios no fueron prometedores, pero el periodo de aclimatación necesario era algo con lo que se contaba. Se fueron muchos puntos en las primeras jornadas por desajustes defensivos y Iago Aspas no acababa de carburar. Defensivamente el equipo mejoró, pero el gran acierto de Unzué es sacar partido de las cualidades de Aspas sin quitar a Maxi Gómez del equipo. El moañés jugaba demasiado pegado a la banda y no explotaba sus condiciones, pero ponerlo en punta suponía quitar a Maxi, que estaba en gran forma.
La solución fue el cambio de esquema, pasando a un falso 4-4-2, que en realidad es un 4-3-3 con Aspas menos dependiente de la banda derecha y con total libertad. 11 goles en 10 partidos justifican el cambio táctico y aunque pocos se lo reconocen, Unzué tiene gran parte de culpa en la explosión goleadora del ariete celeste.
No está siendo fácil el año para Unzué, pero el equipo, por juego, merece más puntos de los que tiene. La segunda vuelta será mejor.
¿Qué nota le pones a Unzué?
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