El Celta encara los dos últimos días del mercado de fichajes sin cerrar la contratación de un delantero que complemente la plantilla que tendrá a su disposición Juan Carlos Unzué para terminar la temporada. El equipo vigués, al margen de que se produzca alguna salida indeseada, busca un delantero que pueda ayudar a los celestes a lograr la clasificación para la Europa League.
El favorito parece ser Saman Ghoddos, delantero sueco de origen iraní por el que habría hecho una oferta de 5 millones de euros. El problema es que el Östersund, equipo en el que milita, tiene por delante una eliminatoria de Europa League ante el Arsenal y no quiere desprenderse de uno de sus mejores efectivos. El equipo sueco pide en este momento una cantidad muy superior a la que el Celta quiere ofrecer.
Otra opción es Lucas Boyé, un delantero menos destacados que Ghoddos, pero que podría llegar cedido si finalmente el Torino acepta dar salida a un jugador con el que no está contando en exceso. El jugador argentino se ha dejado querer por el Celta, pero parece complicado que se concrete su llegada.
Y después están las sorpresas a las que no tiene habituado el Celta, que siempre tiene la capacidad de mantener ciertas negociaciones en secreto para sorprender a última hora con la contratación de un fichaje inesperado. Unzué comentó el pasado sábado que no quiere hacer un fichaje para rellenar, y recalcó que lo quiere es no perder a ninguno de los jugadores con los que cuenta. Veremos qué pasa.
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