Europa no era una locura


Foto: La Liga
Gracias a la victoria lograda ayer en Anoeta, el Celta se situó en esa séptima posición que podría dar acceso a Europa esta temporada si el ganador de Copa es uno de los seis primeros clasificados, algo bastante probable a día de hoy. 

Estamos muy pendientes de lo que pase esta noche en Ipurúa, ya que si el Eibar gana al colista adelantará al Celta, pero con independencia de esto, está claro que el Celta está en condiciones de pelear por volver a Europa, y los últimos resultados son la constatación de que luchar por Europa no era ninguna locura ni ninguna utopía. Era algo real. 

Y eso que no hace mucho el objetivo no estaba muy claro. Cuando el Celta despidió el año 2017 en Riazor llegó a ese encuentro con 3 puntos de ventaja sobre un Deportivo que caería a descenso si perdía, pero que daría caza al Celta si lograba la victoria. Ganaron los vigueses (1-3), y tres jornadas después del Celta cuenta con una ventaja de 12 puntos sobre el equipo coruñés, ergo sobre el descenso. 

Los números del Celta son muy bueno e invitan al optimismo. El próximo rival será el Betis, que tiene ahora mismo 27 puntos, solo uno menos que el Celta, así que ese será otro de esos partidos que deben suponer un punto de inflexión, un antes y un después. El equipo sevillano ha sido goleado por el Barcelona, pero llegará a Vigo dispuesto a dar el mismo golpe en la mesa que ha dado el Celta en Anoeta y demostrarse a sí mismos que también pueden pelear por Europa. Será uno de los grandes rivales del equipo celeste. 

Queda mucha Liga. 18 partidos por delante, y seguro que alguno de los equipos que está ahí arriba no estará finalmente en la pelea. Esperemos que no sea el Celta, que tiene ante sí la oportunidad de volver a ilusionar a la afición con un objetivo ambicioso y bonito, que nos devuelva a Europa, donde tanto disfrutamos la pasada temporada. 

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