Rubén Blanco crece en un partido grande


Foto: LFP
El partido del Camp Nou no suele ser cómodo para los guardametas rivales, que en muchas ocasiones se pasan el partido recogiendo balones del interior de su portería. Así se presentó Rubén Blanco, que está ante una temporada clave para su carrera deportiva. Unzué le ha dado la confianza, y necesita una serie importante de partidos consecutivos para demostrar que su proyección es la que todos esperábamos hace unos años cuando debutó con el primer equipo. 

Hoy superó una prueba muy importante ante un Barcelona que estuvo bien, y le obligó a trabajar a destajo en varias fases del partido. El meta salvó algún gol que permitió al Celta llevarse un punto del estadio catalán. Especialmente destacable es la acción en la que detuvo un cabezazo de Messi con una gran estirada. Fue la parada clave del partido, ya que el Barcelona acababa de marcar el 2-1, y aquel gol dejaría el partido prácticamente sentenciado. 

Pero no fue la única, ya que también detuvo otro buen cabezazo de Paulinho, y al jugador brasileño también lo encimó cuando este se plantó en el área celeste, y dificultó su maniobra para superarlo. A estas acciones hay que unir que estuvo bastante valiente en los balones por alto, y que ayudó mucho al equipo con el pie, una faceta muy necesaria ante un equipo que presiona como el culé. El de Mos recibió muchos balones de su defensa, y siempre buscó una salida inteligente de balón. Bien en corto, o en largo con despejes orientados que se convertían en buenos pases para sus compañeros. Partido muy completo de Rubén en un escenario complicado. Este es el camino. 

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