¿Merece la pena?

Foto: Óscar Vázquez/La Voz de Galicia

Carlos Mouriño está realizando un tour por los principales medios de comunicación que siguen la actualidad del Celta, por lo que será muy frecuente que en los próximos días, como viene pasando ya desde hace más de una semana, nos encontremos con declaraciones del Presidente, que casi siempre van dirigidas al tema del estadio, que acapara casi todas las preguntas que se le realizan, o al menos las que se destacan. 

Y eso es un peligro, porque iremos viendo ciertos vaivenes en sus declaraciones, como si el paso de los días lo fuese cambiando todo. El año pasado, cuando pretendía comprar el estadio de Balaídos, realizó varias reuniones con diversos estamentos de la ciudad, a fin de hacerles partícipe del proyecto de Balaídos. Pasaban apenas dos o tres días entre una reunión y la otra y sus opiniones iban alterándose en mayor o  menor medida. 

Hace unos meses, harto de que el Concello no accediera a sus peticiones, anunció la marcha “irreversible” de Balaídos. Unas semanas después comparecía en varios medios asegurando que se estaba estudiando, y en la última rueda de prensa confirmó que el club no se iría, pero que no se descarta. Ayer en la TVG anunció que se está valorando realizar una encuesta entre los abonados, una especie de plebiscito para decidir si el equipo sigue o no en el estadio vigués. 

Y dentro de tres días será otra cosa. Es agotador. El presidente justificó estos cambios de opinión en los bandazos que da el Concello, que un día le promete una cosa y al siguiente otra, y asegurando que tras anunciar su marcha, había cambiado la actitud del gobierno municipal. 

Lo único cierto es que en las últimas fechas se está hablando demasiado de esto y tal vez menos de fútbol, que es al fin y al cabo lo que importa, y eso está cansando a buena parte del celtismo. Asistimos a uno de los momentos más bajos en cuanto a ilusión por parte de la afición. Y es incomprensible teniendo en cuenta que el equipo atraviesa un gran momento a nivel deportivo, que el año pasado vivió una gran temporada, y que hay esperanza para el futuro gracias a la gran gestión que está llevando a cabo Carlos Mouriño y su equipo de trabajo. ¿De verdad merece la pena estropearlo para intentar rascar algo mejor en la concesión que ofrezca el Concello para usar Balaídos?.