15 minutos de locura


Foto: LFP
El Celta de Juan Carlos Unzué empieza a ser reconocible. Al técnico navarro le está costando conseguir el equipo que quiere, o al menos durante los 90 minutos del partido. Habla de una mejoría defensiva, pero lo cierto es que depende más del acierto del rival que otra cosa. Pero en ataque no tiene nada que ver. Este Celta tiene arrebatos de eficacia máxima que pueden matar a cualquier equipo. 

Ayer lo sufrió el Athletic en propias carnes. El Celta solo necesitó un cuarto de hora de euforia para sentenciar el partido con tres zarpazos que dejaron noqueado al equipo del Cuco Ziganda, y que sirvió para que el equipo celeste lograse la segunda victoria de la temporada en Balaídos, un triunfo que supo a gloria a una afición que se ha acostumbrado en las últimas fechas a sufrir con su equipo. 

Esa efectividad mostrada por el equipo ya se le vio en otros encuentros, generalmente en aquellos que acabó ganando. El Celta golpea y suele hacerlo por partida doble o triple para asegurarse la victoria. Lo hizo en Eibar y en Las Palmas, e incluso ante el Girona tuvo bastante puntería en los primeros minutos, con la salvedad de que el equipo catalán estuvo tan acertado como los célticos. 

La próxima salida no será tan sencilla. El Sevilla de Eduardo Berizzo, pese a las críticas que está recibiendo el técnico argentino, está muy bien situado en la clasificación, y no por casualidad. Mantener esta eficacia será fundamental para hacer un buen papel en Nervión. 

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