No estamos tan mal


Foto: LFP
Empezar la Liga con una derrota no es ni mucho menos la situación ideal. Históricamente al Celta siempre le ha sentado mal empezar perdiendo, pero esto no es más que un partido y hay que verlo así. Además, el encuentro ha dejado cosas que invitan al optimismo, partiendo de la base de que ganar a la Real Sociedad no es una empresa difícil. 

El Celta se enfrentaba a un equipo totalmente hecho, con muchos automatismos adquiridos durante el año y medio de Eusebio al frente del equipo, y sin muchos cambios con respecto a la pasada temporada, lo que le convierte en un equipo difícil, especialmente en este primer tramo del curso. Pero incluso así, el equipo de Unzué tuvo contra las cuerdas al de Eusebio durante 
buena parte del partido, y la derrota llegó tras un gol de penalti inexistente. 

De este partido, Unzué tendrá que sacar conclusiones positivas, que invitan al optimismo. Decía Eusebio al final del partido que el Celta será un rival muy difícil este año y que le augura un futuro prometedor viendo su juego. Es evidente que el estilo de Unzué es del agrado del ex técnico celeste, pero además ha sufrido en propias carnes el dominio y el control del juego que tuvieron los vigueses, penalizados por errores puntuales que la Real Sociedad aprovechó con precisión. 

Y este es un aspecto claramente mejorable. La defensa no estuvo a la altura, pero hay tiempo para corregir errores. Más allá de esto, el juego del Celta debe invitar al optimismo. No siempre estará enfrente un equipo tan completo como el donostiarra. La Liga acaba de empezar y este equipo irá de menos a más. Después de una derrota siempre se ve todo muy negro, pero como diría el otro, no estamos tan mal hombre. 

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