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| Foto: Antonio Pizarro |
El Celta no quiere repetir los problemas defensivos padecidos el año pasado, cuando acabó la temporada con 68 goles encajados. Lo cierto es que en los dos primeros partidos la historia no ha sido muy diferente. Demasiadas facilidades en defensa, y cinco goles encajado en tan solo 180 minutos, la mayoría con fallos más o menos graves de la zaga o el guardameta.
Unzué tiene por delante quince días para trabajar con el equipo sin competición de por medio, así que es el momento de tratar de limar estos errores, alguno de los cuales se puede corregir entrenando. Conceptos a mejorar, especialmente en lo relativo a la concentración e intensidad. Así que el preparador navarro tendrá trabajo estos días con sus futbolistas para evitar que continúe la sangría de goles en contra.
Pero el trabajo no se ceñirá a los defensas, sino a todo el trabajo defensivo del equipo, que siempre es importante pero más en un equipo como el Celta donde se defiende en bloque. Está claro que los fallos suelen personalizarse en los defensas porque son el último hombre y su fallo suele ser decisivo, pero el desajuste inicial suele partir de los delanteros, y eso también es algo a corregir. Es evidente que para Unzué esto puede ser un problema, porque no todos los días podremos marcar 3 goles para sacar los puntos.
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