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| Foto: LFP |
Andrew Hjulsager fue el segundo fichaje del Celta en el pasado mercado de invierno. El futbolista danés llegaba precedido por su buen hacer en el Brondby, pero para una posición en la que el Celta cuenta con muchos efectivos, por lo que parecía complicado que tuviese minutos si no demostraba un nivel muy alto desde el principio.
Al futbolista nórdico le costó entrar en los planes de Berizzo, y sufrió más de lo previsto por su aclimatación a una liga y a un esquema de juego totalmente diferente a lo que ha vivido en Dinamarca. Gracias a la participación del Celta en la Europa League dispuso de minutos en la Liga, y aunque se le veían buenas maneras, no acababa de hacer un partido redondo.
Le faltaba dar un golpe en la mesa y mostrar de que pasta está hecho. En Granada jugó un encuentro digno, pero muy desconectado de sus compañeros, como si jugasen a cosas diferentes. Seguía estando verde en un proceso de adaptación que ya no necesitará, puesto que este verano habrá inquilino nuevo en el banquillo céltico. Hjulsager tendrá que convencer al próximo, pero partirá de cero como el resto de sus compañeros.
Ayer demostró que tiene talento y eso en el futuro le puede venir muy bien a él, y por supuesto al Celta. Antes del golazo que marcó, dejó algún detalle que nos invita al optimismo. En Dinamarca era un buen jugador, con mucho carácter, capaz de liderar a su equipo si adquiere confianza. Veremos lo que le depara el futuro, pero es evidente que parece un jugador que puede regalar grandes tardes a la parroquia de Balaídos. Lo de ayer solo fue el principio, el preludio, su presentación. Lo mejor está por llegar.
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