Llegó el gran día. Balaídos vivirá esta noche (21:05) el primer partido de semifinales de la Europa League en sus casi 90 años de historia. El estadio se engalanará para recibir a todo un histórico como el Manchester United, último escollo antes de alcanzar la ansiada final de Solna, un objetivo que parecía inicialmente irreal y que se ha vuelto posible con el paso de los partidos.
Pero será igualmente muy complicado. El United tiene bajas, pero no tantas como parecía inicialmente, y es seguramente el mejor equipo de todos los que han participado en esta competición esta temporada. Eliminar al United será una hombrada para un Celta acostumbrado a hacer grandes cosas. En la Liga ha ganado al Barcelona, ha eliminado al Madrid en la Copa, y el año pasado hizo lo propio con el Atlético. Es un equipo que sabe competir ante los mejores equipos del mundo.
También el Manchester, obviamente. Porque el equipo de Mourinho es uno de esos considerados “mejores equipos del mundo”. Además, el estilo del técnico portugués se le suele atragantar al Celta. Los equipos que se repliegan y esperan son la kryptonita del equipo celeste, y Mourinho lo explotará. Es un equipo muy serio, que acumula 32 partidos sin perder entre Liga y Europa League, y 25 partidos consecutivos de la Premier sin caer derrotado.
No es por tanto un Manchester en horas bajas. Es todo lo que puede dar con Mourinho en el banquillo, y será muy complicado para el Celta. Casi imposible, pero ese casi es a lo que se agarra el Celta. Eso y la afouteza, auténtica protagonista en este choque, a la que apelan jugadores y cuerpo técnico para demostrarle al mundo que la afouteza puede con el talonario.
Para ello, Berizzo utilizará a los habituales. No habrá muchas sorpresas. El equipo estará formado por Sergio en portería, Hugo Mallo, Cabral, Fontàs y Jonny en defensa. Por delante de ellos Radoja, Pablo Hernández y Daniel Wass, y en punta de ataque Iago Aspas, Sisto y Guidetti. La única duda es la posible entrada de Roncaglia, pero todo parece indicar que será Fontàs el elegido, a pesar de la velocidad de los atacantes ingleses.
Sean quienes sean los elegidos, el Celta tiene ante sí una oportunidad única, histórica, la posibilidad de alcanzar la final de una competición europea. Un lugar en el que nunca ha estado el Celta y su afición. Un lugar con el que soñamos, un lugar que tocamos con la punta de los dedos. Falta el último peldaño.
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