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| Foto: El Desmarque |
El Celta visita esta tarde el difícil estadio Ramón Sánchez Pizjuán (20:30), intrascendente en lo clasificatoria, pero relevante en lo anímico. Berizzo ha viajado a la capital de Andalucía con los mejores futbolistas, y formará de inicio con un equipo muy reconocible, que seguramente se parecerá mucho al que jugó las eliminatorias de Europa League ante el Genk, y que intentará dar una buena imagen para coger moral de cara a la eliminatoria de semifinales ante el Manchester United.
Las posibilidades de jugar en Europa el año que viene por la clasificación liguera están prácticamente agotadas, aunque no son todavía matemáticas. Esta pequeña esperanza es a la que se aferra Berizzo en cada rueda de prensa para mantener viva la concentración, pero a nadie se le escapa que el equipo vigués está pensando en otra cosa, algo que incluso ha llegado a reconocer el propio entrenador, consciente de cual de las dos competiciones es la que importa en este momento.
Pero un partido en Sevilla nunca es intrascendente, por la entidad del rival, y la importancia que tendría en lo anímico una victoria en una cancha tan difícil y ante un equipo con tanta simbología en la lucha del Celta por hacer historia en la Europa League, ya que se trata del campeón de las tres últimas ediciones de la Europa League, y el que más copas de la UEFA guarda en sus vitrinas.
Además enfrente de Berizzo está Sampaoli, ambos candidatos al banquillo de la selección de su país, y discípulos muy aventajados de Marcelo Bielsa, que intentarán demostrar sus progresos al frente de sus equipos. Sampaoli le ganó la partida claramente en la primera vuelta, con una victoria incontestable que intentará vengar ahora Berizzo. Sea como sea, y a pesar de que la tabla invita a pensar en otra cosa, es un partido muy interesante entre dos buenos equipos con una propuesta futbolística muy atractiva para el espectador, lo que debe garantizar el espectáculo para el aficionado neutral.
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