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| Foto: LFP |
No es casualidad que todas las semanas hablemos de lo mismo. Jozabed sigue demostrando que es un gran jugador y estamos convencidos de que el Celta hará un esfuerzo por él, pero parece altamente improbable que esté en condiciones de pagar los 5 millones que cuesta la opción de compra que figura en su contrato de cesión.
El jugador sevillano, que está cedido en el Celta por el Fulham, sigue demostrando en cada partido las condiciones que enamoraron a Felipe cuando jugaba en el Real Jaén y lo fichó para el Rayo Vallecano, y también que sus buenos años en el Rayo no fueron casualidad. Ayer se pudo ir a casa con un gol y una asistencia a poco que hubiese tenido algo de fortuna.
El andaluz lanzó un fuerte disparo desde fuera del área que impactó muy cerca de la escuadra de un Yoel que estaba totalmente batido. Unos minutos después envió un pase magistral a Beauvue que el internacional por Guadalupe no aprovechó después de que el pase le dejase solo ante el meta rival. De hecho, Jozabed fue de lo poco salvable antes de que Berizzo metiese a Aspas y Radoja en el terreno de juego.
Cada semana se gana su continuidad en el Celta, y él también quiere seguir porque sabe que la liga española y el juego del equipo vigués se adapta a la perfección a sus características. Tras ser suplente en un equipo de la segunda inglesa, regresar a España, a un equipo que está en Europa viviendo grandes momentos es la muestra de que este es su sitio.
Esperemos que no sea otro caso como el de Andrjasevic, un futbolista que llegó a Vigo en 1993 con la temporada iniciada, cedido por el Hajduck Split, dando un rendimiento estupendo. 9 goles en 25 partidos siendo un mediocentro, y dejando para el recuerdo momentos inolvidables como los pases a Gudelj en la semifinal de Copa ante el Tenerife, o su golazo al Real Madrid. El equipo croata pedía 100 millones de pesetas, algo inalcanzable para aquel Celta que no podía gastar dinero en fichajes. Se marchó y nunca rindió como aquí, pero se ganó el respeto y el recuerdo de todo el celtismo. Que Jozabed no sea un caso así.
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