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| Foto: LFP |
Despojado de la titularidad, Théo Bongonda vivió ayer un partido para olvidar. El internacional Sub-21 belga estuvo, como en él es habitual, muy participativo y activo en labores defensivas, pero volvió a fallar en los últimos metros, eligiendo casi siempre la peor opción, y fallando acciones que antes resolvía con mayor eficacia.
La temporada no está siendo lo que él esperaba cuando en verano se preparó a conciencia para un año que tenía que ser clave en su carrera futbolística. Aprovechar la marcha de Nolito para hacerse con un puesto en el once inicial era su objetivo, y solo lo ha conseguido durante unos meses, hasta que Pione Sisto le adelantó como una flecha.
Ahora tiene ante sí el reto de revertir una situación que ahora mismo parece irreversible, pero no hay mal que cien años dure, pensará el belga, que debe volver a convencer a Berizzo de que es la opción adecuada para el extremo izquierdo. Eso sí, no lo hará con partidos como el de ayer, en el que volvió a enfadar bastante a la afición céltica, que esta vez tuvo más paciencia con él.
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