De Segunda a los cuartos de la Europa League


Foto: Getty Images
La noche de este 16 de marzo de 2017 será recordada durante muchos años entre el celtismo por lo que supone regresar a una ronda de cuartos de final 16 años después. Pero al margen de este hecho, que ya de por sí es memorable, seguramente se recordará por los dos autores de los goles. 

Hugo Mallo y Iago Aspas. Uno de Marín y otro de Moaña, los dos criados en la cantera del Celta, y miembros del Celta en Segunda División, de aquel equipo que ascendió con Paco Herrera, se salvó con Abel Resino y fue creciendo hasta llegar a Europa con el primero como capitán. Dos jugadores que ya son leyenda en el Celta. Tanto por los partidos que han disputado con el primer equipo, ambos acumulan más de 200, como por lo que han logrado durante este tiempo. 

Y sobre todo, por lo que representan. El Celta es un sentimiento que se arraiga entre la afición gracias a jugadores como Hugo Mallo y Iago Aspas, aunque es evidente que el triunfo de un equipo nunca se puede centrar en dos jugadores, por más que sean los goleadores, pero no deja de ser significativo el hecho de que hayan sido precisamente ellos. 

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