[Vídeo] El día que el Celta hizo bueno en el Calderón el 0-0 de Balaídos


Foto: Victor Lerena
Para superar la eliminatoria ante el Alavés, y plantarse en la final del próximo mes de mayo, el Celta está obligado a marcar, al menos, un gol en Vitoria. Incluso le bastaría un empate, siempre que marque algún gol, así que eso significa que la eliminatoria está igualada, con la diferencia de que el Celta jugará esta “final” fuera de casa, pero sus goles valdrán doble en caso de empate. 

Esta misma situación la vivió el año pasado cuando le tocó en cuartos de final el Atlético de Madrid. El partido de Balaídos se saldó con empate a cero, y en la vuelta los de Berizzo lograron dar la vuelta a la situación, y traerse una victoria del Calderón que sabía a gloria, y permitía alcanzar las semifinales de la competición.

Conviene recordar la alineación que presentó aquel día Berizzo: Rubén Blanco, Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny, Radoja, Wass, Pablo Hernández, Orellana, Aspas y Guidetti. Todos, menos Orellana, siguen en el equipo. En la segunda mitad entraron Sergio, en sustitución del lesionado Rubén Blanco, y Beauvue, y esperaron su oportunidad en el banquillo Bongonda, Planas, Señé, Borja Fernández y Goldar. 

El Celta necesitaba marcar un gol, y sabía que eso obligaría al Atlético de Madrid, y lo logró a los 21 minutos, por mediación de Pablo Hernández, que jugó aquel día uno de sus mejores partidos como celeste.  Tras el gol céltico, el Atlético de Madrid  se lanzó al ataque, y no tardó en empatar, ya que en el 28 Griezmann batía a Rubén Blanco, llegándose al descanso con ese resultado. 

Los vigueses resolverían la eliminatoria en dos zarpazos, en el 56, con un trallazo de 30 metros de Guidetti, y posteriormente en el 63 con un nuevo cabezazo de Pablo Hernández, que obligaba a los colchoneros a marcar 3 goles en menos de media hora. Solo lograron uno, y el Celta acabaría el partido triunfante, en una de las mayores gestas de la era Berizzo al frente del banquillo vigués. 

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