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| Foto: Octavio Passos/Getty Images |
Sin ser el mejor resultado posible, el empate a cero cosechado por el Celta ante el Alavés es un resultado que deja la eliminatoria abierta para la vuelta, pero con cierta ventaja para los de Berizzo. Es evidente que lo mejor es ganar, incluso encajando gol, pero el hecho de llegar a Vitoria con un cero en el marcador, hace que se presenten los peores miedos para los equipos que cierran las eliminatorias como local.
El Celta sabe que si marca en Mendizorroza, y suele hacerlo, obligaría al Alavés a marcar dos goles, y al equipo alavesista, que plantea los partidos muy bien fuera de casa -ahí están los resultados- suele sufrir más cuando actúa como local y tiene que tomar la iniciativa del juego. Aún así, será un rival peligroso, porque ayer demostró que no es casualidad su buena clasificación en la Liga ni el hecho de haber vencido en estadios como el Camp Nou o El Madrigal.
Es decir, hablamos de un equipo que consigue las cosas porque las merece, que no vive por encima de sus posibilidades, y que al margen de un entrenador trabajador y concienzudo, tiene en su plantilla jugadores de mucha calidad, como Llorente o Camarasa, por citar alguno.
Ahora bien, el Celta también tiene un equipo muy interesante, y además atraviesa un momento de forma y confianza envidiables. Saldrá a Mendizorroza a hacer su fútbol, pero sabiendo que un gol es una cuchillada casi mortal en el costado alavesista. No es fácil pasar la eliminatoria, ya sabíamos que no lo iba a ser, pero había resultados mucho peores para visitar Vitoria. Recordemos que ese fue el resultado que consiguió el Celta el pasado año ante el Atlético en Balaídos, y acabó eliminando a los de Simeone.
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