Celta 0 - Alavés 0 [Decidirá Mendizorroza]


Foto: Miguel Riopa/Getty Images
No pasará a la historia el partido de esta noche por lo futbolístico, pero desde luego tuvo ingredientes propios de un partido de semifinales de Copa. Tensión, lucha, ocasiones para ambos equipos, y una lluvia que convirtió la batalla en épica. Todo queda pendiente de la vuelta en Mendizorroza, ya que el marcador no se movió. Fue mejor el Alavés hasta que se le acabó la gasolina, y entonces el Celta tomó el mando y perdonó a su rival con ocasiones clamorosas que no entraron de milagro. 

El partido se planteó más o menos como era previsible. Berizzo optó por poner a Aspas en punta de ataque dejando a Marcelo Díaz en el once inicial y a Guidetti en el banquillo. Los primeros minutos fueron totalmente del Celta, ya que el Alavés apenas tocó el balón en el primer cuarto de hora, pero los de Berizzo fueron incapaces de generar peligro con el balón. 

La primera parte fue aburrida, incluso para un encuentro con la emoción de unas semifinales. El Celta lo intentaba, pero estaba falto de chispa, ante un Alavés que se replegaba bien, muy ordenado. Es un muro el equipo de Pellegrino, y además tiene gente arriba tan buena como Camarasa. 

Los vitorianos dejaron pasar 40 minutos, y fueron a por el partido en las postrimerías de la primera mitad. Parecía planeado, y casi les sale bien. Sergio, en el 40, realizó un paradón con una gran estirada que evitó el tanto del equipo vitoriano, que encerró al Celta a base de córners en los últimos minutos. 

Tras el descanso se mantuvo la tónica de los últimos minutos, con el Alavés llegando más y asustando a la parroquia local. La lluvia, que ya hizo acto de presencia en la primera mitad, tomó protagonismo tras el descanso, desluciendo el espectáculo. El encuentro se convirtió en un correcalles, una batalla entre dos equipos que parecía que vivían los últimos minutos de la eliminatoria. 

En la batalla, el Alavés se quedó sin fuerzas, y el Celta comenzó a generar ocasiones de gol, que milagrosamente no modificaron el marcador. Pacheco se tuvo que emplear a fondo ante Iago Aspas, y en el 66, la mejor jugada del Celta. Un gran centro de Marcelo Díaz al corazón del área, donde Wass deja a Aspas y este remata al larguero con la derecha. 

La afición se vino arriba. Se masticaba el primero del Celta, sobre todo con Aspas, que las tuvo de todos los colores. En el 69 remata de cabeza un centro lateral, y en el 74 de chilena. El balón no quería entrar. Para entonces ya había entrado Sisto al terreno de juego, en lugar de un Bongonda que estuvo bien, pero tenía una amarilla. Entró también Guidetti, en lugar de Wass, y el último cambio fue obligado, ya que Cabral se retiró con molestias. 

Guidetti también probó suerte de libre directo, pero Pacheco volvió a sacarla, y a renglón seguido, una embarullada jugada, acabó con un disparo de Pablo Hernández al poste. No quería entrar. Aún hubo tiempo para alguna acción más, tiros lejanos y sin peligro de Iago Aspas o Jonny, pero el partido ya no daba más de sí. 

Empate que lo deja todo pendiente para la ida. No encajar no es un mal resultado. Sirve empatar con goles o ganar. La final sigue esperándonos. 

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