6 de junio de 2009. El Estadio Municipal de Balaídos acoge un duelo por la supervivencia. A falta de dos jornadas para el final de la Liga se presenta un duelo directo entre los dos equipos que se juegan una plaza que de la permanencia en Segunda División. El Celta llegaba a aquel partido con 3 puntos de ventaja sobre el Alavés, al que enviaría ese mismo sábado al verdadero infierno de la Segunda B en caso de victoria. La historia se ha contado múltiples veces. El advenimiento de Iago Aspas hizo el resto. El Celta seguía en Segunda, el Alavés firmaba su sentencia de muerte.
Casi 8 años después, Balaídos acogerá un partido con los mismos protagonistas, y una situación totalmente diferente. El partido estará totalmente alejado de aquellas escenas de drama que se vieron aquel día de 2009. Los dos equipos viven uno de los mejores momentos de su historia. Consiguieron superar aquel momento crucial para su existencia, y regresaron a Primera División más fuertes que nunca. Lógicamente al Alavés le costó un poco más, pero acabó llegando, mientras que el Celta lo consiguió solo tres años después de aquella nerviosa tarde de junio.
Cuando este jueves se presenten en Balaídos los aficionados del Alavés, muchos seguramente recordarán lo sucedido en aquella temporada, en la que ambos equipos se sumían en la tragedia de evitar un descenso que podía segar su vida. La Copa del Rey es un premio para todos los equipos, hagan lo que hagan en ella, las derrotas no tienen un gran coste, pero las victorias se celebran. Superar eliminatorias y llegar a las rondas finales es el objetivo de todos los equipos. La posibilidad de alcanzar una final es un hito con el que muy pocos equipos pueden soñar. Alcanzarla mucho menos.
De aquel dramático partidos pasaremos este jueves a una fiesta, en la que uno de los dos tendrá mucho que celebrar, pero ambos podrán recordar aquel partido para valorar lo que ahora tienen. Las derrotas pueden ser dulces, y las victorias únicas y maravillosas, recordadas y saboreadas. Este jueves hay un partido maravilloso en Balaídos. Disfrutemos de estos momentos.
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