El Celta B ha completado una primera vuelta de ensueño. 39 puntos tras 19 jornadas es algo que no entraba ni en los planes de los más optimistas, y su técnico, Alejandro Menéndez, responsable en gran medida del gran papel del filial, no quiere que pare el ritmo.
El preparador asturiano reconoce que el objetivo era la salvación, pero no renuncia a nada: “El objetivo es salvarnos, pero no quiero dar a entender eso. Ahora estamos responsabilizados de estar ahí, queremos estar ahí y nos vemos ahí. Hasta el último partido de Liga vamos a buscar meternos en play-off, que sería un gran premio”, explica en declaraciones recogidas por La Voz de Galicia.
Haciendo resumen de la temporada, el técnico es muy claro: “El balance es más que positivo. Nadie pensaba que podíamos estar, pero es que llevamos muchas jornadas, hemos hecho un gran fútbol, hemos sido un equipo que ha crecido mucho en intensidad, tenemos un buen balance defensivo, una plantilla muy joven que ha levantado las expectativas por ella sola”, afirma.
La temporada está siendo sensacional, y se acerca a ese sueño de Mouriño, que anhela tener al filial en Segunda División, aunque sea algo efímero. El filial céltico nunca ha estado cerca de tal posibilidad. La gran oportunidad la tuvo en la Temporada 2003-04, en la que el equipo se clasificó para la fase de ascenso, pero el descenso del primer equipo impidió toda posibilidad de saltar a la categoría de plata.
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