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| Foto: LFP |
Llegó el que puede ser el gran día para Iago Aspas. El canterano está ante su oportunidad de oro, la de debutar con la selección española en un escenario como Wembley, ante una afición que no vio lo mejor de su repertorio durante el año que pasó en el Liverpool. Y aunque es evidente que el sábado hubiese firmado debutar en Los Cármenes, hacerlo en un estadio como el de Wembley es el broche perfecto a una trayectoria que le ha llevado a la selección triunfando en el equipo de su vida.
El celtismo seguirá con atención todo lo que suceda en Wembley en torno a uno de los jugadores más querido a lo largo de la historia del club. Pocos han conseguido, como lo ha hecho él, transmitir los valores y el amor por el escudo del que tanto presume el moañés. Así que el triunfo de Aspas lo tomamos como algo propio. Empatizamos con su éxito, como lo hicimos cuando las cosas no le salieron del todo bien en Liverpool o en Sevilla.
Ahora todo es muy diferente. El futbolista decidió regresar al Celta, y volvió a adquirir la grandeza que tenía antes de marcharse a Liverpool, aunque aumentada por la madurez y el innegable aprendizaje adquirido en estas dos experiencias. Así pues, si le dan la oportunidad esta noche puede ser capaz de dejar boquiabierto a más de uno. Su estado de forma y su nivel de confianza no tiene parangón con ningún momento de su carrera, incluso si contamos sus mejores momentos en la temporada del ascenso.
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