Carlos Mouriño tenía muy claro cual era su objetivo inicial, y ese no era otro que la candidata a la Alcaldía viguesa en las últimas elecciones, la popular Elena Muñoz, que recientemente advirtió a Caballero en un pleno sobre la posibilidad de que el Concello pudiera revisar el convenio de cesión de Balaídos en caso de una posible venta del club.
El presidente céltico tenía muy claro lo que quería decir, y habló con claridad: “Los que dirigían este club cuando lo dejaron en bacarrota era capital gallego. Se lo digo a Elena Muñoz. No la oí pronunciarse. ¿Vamos a tener que diferenciar por continentes cual es el capital bueno y el malo? Le pediría a la Sra Muñoz que me lo explicara”.
También la acusó de mirar para otro lado cuando se vendió Caixanova o empresas como Barreras a capital extranjero, asegurando que actúa en función del color política que realiza una u otra operación. Además, puso en duda que el Concello pueda sacar al Celta de Balaídos: "Estaría bueno que el Celta no pudiese jugar en Balaídos, estaría bueno que tuviésemos que pedir a la Federación los campos de Coia por si el Concello no nos deja jugar en Balaídos".
Elena Muñoz no quiso entrar en polémicas con el mandatario, aunque calificó de “completamente injustificado” su ataque, y volvió a recordar nuevamente la cláusula en el convenio entre el club y el Concello en caso de venta de la entidad. Puede que fuese este punto el que enfureció a Mouriño.
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