Los uruguayos más destacados en la historia del Celta


Fernando Barboza en el partido de Sestao, el ascenso de 1987
El Celta llegó ayer a Uruguay, un país con mucha relación con el equipo vigués, ya que se trata del cuarto, sin contar a España, que más jugadores ha dado al club a lo largo de la historia, solo superado por Brasil, Argentina y Serbia. Han sido muchos los jugadores charrúas que han vestido la camiseta del Celta, seguramente el más conocido es Canobbio, por lo reciente de su paso por Vigo, y probablemente sea el mejor,  pero no ha sido el único. Vamos a recordar a algunos de ellos. 


El último de los jugadores uruguayos que ha militado en el Celta es Fernando Fajardo. De infausto recuerdo, militó en el Celta en uno de los peores momentos históricos del club. El de Montevideo formó parte de la plantilla que casi cae a Segunda B en el año 2009. Fajardo era un lateral derecho que disputó 24 partidos y anotó 1 gol con el Celta en partidos oficiales.  Tras jugar en el Celta pasó por el Albacete y el Torrellano, en Tercera División. 



Otro futbolista que dejó un recuerdo mucho peor de lo esperado. Pablo García llegó a Vigo con la vitola de haber jugado  en el Atlético de Madrid, Milan, Osasuna y Real Madrid, pero fracasó rotundamente. De su juego solo se recuerdan sus marrullerías, pero en ningún caso la inteligencia futbolística que mostró en su etapa en Osasuna. Disputó 14 partido, no marcó ningún gol. Tras pasar por Vigo jugó en el Murcia y en el PAOK de Salónica. 



Jugador de clase incuestionable, llegó a Vigo después de jugar más de 120 partidos con el Deportivo, y después de haber militado en el Barcelona. Dotado de una técnica poco común en aquellos tiempos, Moll marcó 5 goles en 22 partidos, pero su salida del Celta empañó su estancia en Vigo. Tras una derrota polémica ante el Granada, que necesitaba ganar para salvarse, y lo logró, Moll pidió la carta de libertad después de ser suspendido sin empleo y sueldo junto a otros compañeros. 


Muchos no lo recordarán, pero Barboza fue el Mido de los años ochenta. Llegó a Vigo cedido por el Nacional de Montevideo, que cobró 3 millones de pesetas por los 8 partidos que disputó en Vigo el uruguayo. Barboza, como Mido 16 años más tarde, marcó 4 goles en 8 partidos, y fue clave en la promoción de ascenso, anotando un gol al Deportivo, otro al Sestao, y dos más al Castellón, que sirvieron para asegurar el ascenso. Después se marchó dejando un recuerdo imborrable. 

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