Al Celta lo persiguen los problemas en los estadios este verano. No pudo jugar el Memorial Quinocho a causa de los trabajos en Balaídos, no podrá disputar el amistoso en Pescara, a la espera de encontrar un recinto alternativo por el mismo motivo, y el amistoso del día 3 ante el Pisa se disputará en un estadio, el Arena Garibaldi, con dos gradas cerradas, en este caso por falta de seguridad.
Ayer fue cuando se autorizó la celebración del encuentro con tan solo dos gradas abiertas. “Se ha aceptado, pero con una capacidad limitada, sólo estarán abierta la Curva Norte y la Tribuena. El Estadio tiene muchos problemas estructurales, pero hemos dado el permiso al Pisa para que pueda realizar la presentación en él”, explicaba el Abel Caballero de Pisa, en declaraciones recogidas por El Desmarque.
El aforo para ese encuentro será muy limitado, y no excederá de las 4.000 personas. Lo máximo autorizado.
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