Celta y Citroën ponen fin a 31 años de relación, que nos ha dejado infinitas camisetas que pervivirán en la memoria colectiva del celtismo y que iremos recordando en los próximo días.
La segunda camiseta del Celta fue la que utilizó en aquella temporada el Celta como alternativa. En este caso vemos otra camiseta sencilla, sin grandes alardes, que bien se podría haber confundido con la del Real Murcia de no haber sido por el escudo, y por el patrocinador, que por aquel entonces aún no se relacionaba excesivamente con el Celta.
El color elegido fue el rojo, muy habitual entonces para la segnda equipación del Celta, con las rayas de la manga blancas, así como el logo y la vuelta del cuello. El template usado fue el mismo que en la primera equipación, modificando simplemente los colores.
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