Desmontando mitos: Descender por jugar en Europa



El Celta bajó a Segunda División en las dos últimas ocasiones en las que participó en Europa. Este hecho, que no deja de ser una trágica casualidad, parece preocupar a un sector de la afición, a la que desde ciertos medios de comunicación se le ha creado un miedo infundado a algo que en realidad no debería hacernos temer. 

La estadística dice que la inmensa mayoría de los equipos que disputan competiciones europeas no descienden a Segunda División, sencillamente porque son mejores que la mayoría de sus rivales. Los casos se cuentan con los dedos de una mano, pero desgraciadamente el Celta protagonizó dos. 

El análisis de la situación, sin ir al detalle ni tener ganas de encontrar las causas, es que el equipo descendió por no poder conjugar la participación en Europa con la liga, pero es algo totalmente falso. Las causas fueron otras. 

Temporada 2003-04: Las primas

Horacio Gómez y los capitanes del Celta pactaron unas primas por la clasificación para la Champions, pero a nadie se le ocurrió plasmarlo en un papel. Cuando el equipo se clasificó, el ex presidente se hizo el olvidadizo, y se negó a pagar a sus jugadores algo que no se había firmado. Ya por entonces la situación económica empezaba a ser preocupante. 

Los futbolistas forzaron la máquina para obligar al presidente a abonar estas primas. Rendían bien en la Champions, llegando a ganar en San Siro, y en la Copa del Rey, alcanzando los cuartos de final, pero se dejaron ir en la Liga. Cuando quisieron reaccionar era demasiado tarde, eso unido a algunas ausencias por lesión y la pérdida total de identidad, provocó que el equipo acabase descendiendo a Segunda División. 

Temporada 2006-07: Expectativa Vs realidad

Carlos Mouriño llegó al club con el equipo recién clasificado para la UEFA tras ascender. Cualquiera que hubiese seguido a aquel Celta de Fernando Vázquez podría haberse dado cuenta de que la fortuna acompañó al equipo todo el año, y que tal vez no estaría ahí siempre. Además, se marcharon Sergio y Silva, dos jugadores importantes para el equipo, y fueron sustituidos por jugadores que no rindieron como se esperaba. 

Sin la fortuna del año anterior, y con las ausencias de jugadores, el equipo demostró no ser lo que parecía inicialmente, y tampoco la elección de Stoichkov fue un acierto. La inexperiencia de la directiva le costó al equipo un descenso del que no se recuperaría hasta cinco años después, pero el equipo hubiese descendido incluso sin jugar en Europa. De hecho, la peor racha del equipo coincidió con el parón de las competiciones europeas, y fue en esa fase en la que el Celta se metió en los puestos de descenso. 

Lo habitual 

Estas dos fueron excepciones en la participación del Celta en Europa. Cuando descendió en 2004, el Celta encadenaba su sexta temporada consecutiva participando en competiciones europeas, y en las cinco anteriores no solo no descendió, sino que volvió a clasificarse para Europa, y en una de ellas fue capaz incluso de clasificarse para la Champions League. 

Pensar que este año el equipo va a caer a Segunda por jugar en Europa sería un error, que debemos quitarnos cuanto antes de la cabeza. El equipo se ha clasificado para competiciones europeas, y no ha sido por casualidad. Ha sido el resultado de un proyecto que ha crecido paso a paso durante los últimos años hasta llegar aquí. El club tiene ahora más experiencia y solvencia económica, y un entrenador con un estilo de juego que ha demostrado ser bello y eficaz. Lo que tenemos por delante es un año en el que vamos a disfrutar mucho, y pensar en cualquier otra cosa es perder el tiempo. Los que tienen que trabajar para tener un buen equipo están en Praza de España. Y no os preocupéis. Lo hacen sin parar. 

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