Después de visto, todo el mundo es listo

Foto: LFP

Cuando un entrenador tiene que tomar decisiones drásticas lleva muchas veces las de perder. Tomar decisiones no es fácil, por eso muchos optan por dejar que los acontecimientos simplemente nos arrollen. A Berizzo no le va a pasar eso, al menos no esta semana. El técnico argentino decidió apostar por la Copa, y lo hizo con claridad y sin tapujos. Veremos a ver que pasa con estos tres puntos perdidos de cara al futuro, pero tenía claro que había que dar descanso a los habituales y centrarse en la competición del K.O.

Recordando a aquel equipo que presentó Luis Enrique en Getafe, durante su etapa de entrenador céltico, Berizzo puso en liza un equipo repleto de jugadores poco habituales, con un debutante como titular procedente de la cantera. Como aquel día unos kilómetros más al sur, el Celta hizo el ridículo y fue claramente superado por el Rayo Vallecano. En aquella ocasión era un partido por la semana, y el Celta perdió también el fin de semana siguiente contra el Elche. No funcionaron las rotaciones salvajes. 

Este miércoles volveremos a asistir una vez más al “después de visto todo el mundo es listo”. Si el Celta elimina al Atlético de Madrid bendeciremos a Berizzo y celebraremos su capacidad para gestionar los descansos de la plantilla, recordando que ese movimiento fue clave para llegar al choque copero con un equipo más fresco que el colchonero. 

Si por el contrario el Celta queda apeado, volverán las críticas a Berizzo, y se le recordará que además de no ser efectivo, las rotaciones salvajes sirvieron para perder tres puntos que se pueden echar de menos en el futuro. Definitivamente ser entrenador es muy complicado, especialmente cuando se toman decisiones.  Analizar a toro pasado no lo es tanto.