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| Foto: Marta G. Brea |
La normativa le ha jugado una muy mala pasada a Borja Fernández. El canterano tenía ante sí la oportunidad de seguir sumando minutos en partidos oficiales, pero la mala suerte le obligará a perderse los dos próximos compromisos del primer equipo, además del partido del filial. Un castigo excesivo por una simple tarjeta amarilla.
Este año ha habido una variación que afecta directamente a los jugadores de los filiales. Las sanciones, con independencia de donde se hayan producido, afectan a todas las competiciones ligueras. Borja vio el domingo la quinta amarilla y cumple ciclo, tanto con el filial como con el primer equipo. Pero además, no podrá disputar ningún partido en otra competición hasta que cumpla el partido de sanción con el filial, hecho que se producirá el próximo domingo.
Es una norma absurda, ya que, por ejemplo Nolito, cumple el domingo un partido de sanción, pero podría jugar, como es lógico, ante el Almería en la Copa del Rey. No lo hará por su lesión, pero podría hacerlo. Claramente es injusto que Borja Fernández no pueda hacerlo. Sin embargo, el Celta escudriñó la normativa y decidió dejar al canterano en caso para evitar otro caso Cherishev. Nunca pensó el bueno de Borja que la amarilla que vio ante el Somozas le costaría 3 partidos de sanción. Cosas del fútbol.
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